"Naces, vas a tener problemas y vas a morir. Eso lo sabes. Y no sabes mucho más."
W.R. Burnett y su esposa Whitney |
Así resumía William Riley Burnett su forma de ver la vida, una filosofía que reflejó en sus novelas y guiones. Gran parte de sus novelas fueron adaptadas al cine, a veces por él mismo. Edward G. Robinson se convirtió en una estrella de cine en 1931 tras protagonizar "El pequeño César", la ópera prima literaria de Burnett, en la versión dirigida por Mervin LeRoy. Acababan de inventar el cine de gángsters. Un año más tarde, Howard Hawks añadió una obra maestra al género con "Scarface"; uno de sus guionistas fue Burnett. En 1950, John Huston adaptó (y dirigió) una novela de Burnett, "La jungla de asfalto", en la que tuvo su primer papel importante Marilyn Monroe. Y en los sesenta, Steve McQueen consiguió uno de sus papeles más carismáticos en "La gran evasión".
Burnett era un irlandés locuaz y cascarrabias, o sea, un irlandés. En la memorable entrevista que le hizo Pat McGilligan en el primer "Backstory" (imprescindible serie de libros editada en España por PLOT), Burnett hace gala de su mal genio y de sus categóricas afirmaciones. Como cuando le preguntan por la trama de una de sus novelas:
"No hay trama. No tengo ninguna trama en mis libros. Sólo vida. Y las relaciones entre los personajes y lo que les pasa".
O cuando McGilligan comenta que Ben Hecht era un guionista maravilloso:
"No, guionista no. Escritor."
Aunque cuando más cabreado se le nota es cuando habla de "Thunderbolt and Lightfoot" ("Un botín de 500.000 dólares"), la ópera prima como director de Michael Cimino, producida y protagonizada por Clint Eastwood, basada en una novela de Burnett a pesar de que ni le pidieron permiso ni lo acreditaron. El irlandés llama directamente hijo de puta a Cimino y se alegra de que "La puerta del cielo" fuera un fracaso. La novela, "Captain Lightfoot", ya había sido adaptada al cine por Douglas Sirk en 1955 ("Orgullo de raza" en español).
En cuanto a "La Gran Evasión" (1963, dirigida por John Sturges), una de esas películas míticas para los de mi quinta (la descubrimos en la tele, por supuesto), Burnett trabajó en ella basándose por primera vez directamente en hechos reales. Sin embargo, los personajes de los dos americanos, interpretados por James Garner (el inolvidable "conseguidor") y Steve McQueen ("The Cooler King"), son fruto de su imaginación.
Estoy seguro de que no soy el único que conduce una moto por culpa de esta película, ni el único adolescente que ha martirizado a sus vecinos haciendo rebotar interminablemente una pelota de tenis contra el suelo y la pared.
De todas las películas que marcaron nuestra infancia, probablemente sea "La Gran Evasión" la que más me ha hecho disfrutar todas y cada una de las veces que la he visto.
Y Burnett es mi favorito de entre todos los guionistas (perdón, escritores) de su generación, además de uno de los pocos que se mantuvo en la primera división de Hollywood durante cuatro décadas.
Sólo vida... La suya, desde luego, fue algo más que nacer, tener problemas y morir. Pero es que, como buen irlandés, Burnett sabía más de lo que estaba dispuesto a reconocer en público.
Gracias una vez más Nacho por esta lección de cine, literatura y vida. Siempre un placer.
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