He de reconocer que a mí me emociona más una olivetti que un tintoretto y la arquitectura moderna más que ninguna otra. Por eso mi lugar favorito en Venecia no es ninguno de sus majestuosos palacios renacentistas, ni ninguna de sus iglesias bizantinas, góticas o barrocas.
Mi rincón preferido no está precisamente escondido en un canal apartado, ni en los jardines de la Biennale, como podría suponerse en una ciudad en la que es complicado toparse con un edificio que tenga menos de doscientos años. Se encuentra en plena plaza de San Marco y hasta hace poco no se podía disfrutar tal como fue concebido por su autor, el arquitecto veneciano Carlo Scarpa (1906-1978). Se trata del Negozio Olivetti, el showroom que diseñó para la famosa marca italiana en el año 1957.
Adriano Olivetti, un empresario verdaderamente visionario, le encargó a Scarpa lo que habría de ser un escaparate de los últimos productos de la marca. El arquitecto es responsable de hasta el último detalle de este relativamente pequeño espacio (21 metros de profundidad, 5 de ancho y 4 de altura) que organizó en una planta y un entresuelo al que se accede por una escalera situada en el centro del local. Después de un largo y laborioso proceso de restauración llevado a cabo por el FAI (Fondo Ambiente Italiano), ahora se puede viajar en el tiempo y recorrer el negozio tal como fue diseñado por Scarpa.
"In me non c'è che futuro". Son palabras atribuidas a Adriano Olivetti. Hijo de un empresario socialista que fundó la casa en 1908, Olivetti fue siempre un innovador en cuanto a la organización del trabajo, las relaciones con los empleados y la estrategia comercial. En 1959 adquirió Underwood, el gran rival americano, y en 1965 (cinco años después de la muerte del empresario) Olivetti lanzó el P101, considerado el primer ordenador personal.
Refiriéndose a la gran variedad de estilos arquitectónicos que alberga la plaza de San Marco, Le Corbusier escribió: "Todas las técnicas, todos los materiales. Y aun así, cada uno de los arquitectos que se sucedieron confió en su propia aventura."
En el catálogo que recoge los detalles de la restauración, el historiador Francesco Dal Co explica muy bien la sensación que recibe el visitante actual de este espacio: "El Negozio proporciona un testimonio exhaustivo de la maestría constructiva de Scarpa, de su exquisito gusto en la selección y el uso de los materiales, del grado de sofisticación con el que establece un diálogo entre lo viejo y lo nuevo sin condescender a la moda, de la creatividad que despliega en la incesante invención de detalles constructivos, del uso imaginativo del contraste, de su sensibilidad para capturar atmósferas (...) valores que, en nuestros días, corremos el riesgo de olvidar, ignorar y perder."
Estas son algunas fotos que tomé con mi Iphone del restaurado Negozio:
Mi rincón preferido no está precisamente escondido en un canal apartado, ni en los jardines de la Biennale, como podría suponerse en una ciudad en la que es complicado toparse con un edificio que tenga menos de doscientos años. Se encuentra en plena plaza de San Marco y hasta hace poco no se podía disfrutar tal como fue concebido por su autor, el arquitecto veneciano Carlo Scarpa (1906-1978). Se trata del Negozio Olivetti, el showroom que diseñó para la famosa marca italiana en el año 1957.
Fachada del Negozio Olivetti, en los soportales de San Marco |
Adriano Olivetti, un empresario verdaderamente visionario, le encargó a Scarpa lo que habría de ser un escaparate de los últimos productos de la marca. El arquitecto es responsable de hasta el último detalle de este relativamente pequeño espacio (21 metros de profundidad, 5 de ancho y 4 de altura) que organizó en una planta y un entresuelo al que se accede por una escalera situada en el centro del local. Después de un largo y laborioso proceso de restauración llevado a cabo por el FAI (Fondo Ambiente Italiano), ahora se puede viajar en el tiempo y recorrer el negozio tal como fue diseñado por Scarpa.
La planta baja, con la escultura de Alberto Viani "Nudo al Sole" junto a la entrada. |
"In me non c'è che futuro". Son palabras atribuidas a Adriano Olivetti. Hijo de un empresario socialista que fundó la casa en 1908, Olivetti fue siempre un innovador en cuanto a la organización del trabajo, las relaciones con los empleados y la estrategia comercial. En 1959 adquirió Underwood, el gran rival americano, y en 1965 (cinco años después de la muerte del empresario) Olivetti lanzó el P101, considerado el primer ordenador personal.
Refiriéndose a la gran variedad de estilos arquitectónicos que alberga la plaza de San Marco, Le Corbusier escribió: "Todas las técnicas, todos los materiales. Y aun así, cada uno de los arquitectos que se sucedieron confió en su propia aventura."
En el catálogo que recoge los detalles de la restauración, el historiador Francesco Dal Co explica muy bien la sensación que recibe el visitante actual de este espacio: "El Negozio proporciona un testimonio exhaustivo de la maestría constructiva de Scarpa, de su exquisito gusto en la selección y el uso de los materiales, del grado de sofisticación con el que establece un diálogo entre lo viejo y lo nuevo sin condescender a la moda, de la creatividad que despliega en la incesante invención de detalles constructivos, del uso imaginativo del contraste, de su sensibilidad para capturar atmósferas (...) valores que, en nuestros días, corremos el riesgo de olvidar, ignorar y perder."
Estas son algunas fotos que tomé con mi Iphone del restaurado Negozio: